domingo, 14 de septiembre de 2014

¿Qué es un Sindrome Febril?


El síndrome febril es la elevación de la temperatura corporal de forma anormal, que se acompaña de escalofríos, malestar general, anorexia y cefalea. 
La temperatura normal es la resultante del calor originado durante la oxidación de nutrientes y de la temperatura ambiental, la cual es regulada por el sistema termostático que se vale para tal finalidad de dos centros localizados en la región hipotalámica. Estos centros manejan un sistema neuroendócrino que controla los mecanismos que aumentan o disminuyen la temperatura corporal.


La causa más frecuente de la elevación de la temperatura son las enfermedades infecciosas. Pero encontramos que la temperatura corporal aumenta o se conserva por varios mecanismos como es la actividad muscular (ejercicio, escalofríos), aumento de la hormona tiroidea, vasoconstricción periférica, aumento de la ropa, aumento de la ingesta de alimentos.

La temperatura corporal disminuye por la vasodilatación periférica, sudoración, disminución de la ingesta de alimentos y aumento de la ingesta de agua, disminución de la producción de hormona tiroidea o disminución de la ropa. Se mide en la piel, ya sea en la axila (más frecuente), boca o el recto. En el mismo orden encontramos que la axilar es de 0,2 a 0,4°C menor a la bucal y ésta es de 0,5 a 1,0°C más baja que la rectal - dónde se lee con mayor exactitud, dando cifras normales de 36.2°C a 38.0°C-.
En el recién nacido, la temperatura es algo menor a la del niño de mayor edad y durante los dos primeros años de vida se registran las temperaturas más elevadas, estando dentro de la normalidad. Conforme crece el niño la temperatura disminuye y se estabiliza en la adolescencia.

La sintomatología del síndrome febril, se caracteriza por escalofríos, malestar general, anorexia y cefalea. Cuando la fiebre es intensa puede haber artralgias (dolor en articulaciones) y en ocasiones, si la fiebre excede de 40°C se pueden presentar convulsiones principalmente en niños.

Es frecuente que un proceso febril se diagnostique erróneamente por las variantes antes mencionadas, o en individuos ansiosos y en niños con familiares angustiados. Para poder establecer un diagnóstico correcto, casi siempre es posible con un buen interrogatorio. Se considera como fiebre si ésta es mayor a 38°C, después de una toma rectal de tres minutos

Causas del síndrome febril.
1) De origen biológico:
a) Infecciones: Bacterianas, virales, micosis, parasitosis y rikettiosis.
b) Neoplasias: carcinomas y linfomas
c) Mecanismo Inmunológico. Alergias, enfermedades Sistémicas del tejido conectivo autoinmunes.
d) Hemopatías: Leucemia, aplasias medulares, crisis hemolíticas, síndrome mieloproliferativo.
e) Necrosis tisular: Accidentes vasculares, traumatismos mecánicos, gangrena de una extremidad.
f) Enfermedades Endocrinas: Gota, porfiria, addison, crisis tiroidea.
g) Fiebre Ficticia: Autoinducidas, simulada.
2) Origen físico: traumatismos, cirugía extensa, terapia radiante, exposición a temperatura ambiental alta por tiempo prolongado.
3) Químicos: Agentes pirógenos, medicamentos, psicológico como las emociones

Principales problemas que deben de ser pensados en los niños con fiebre:
- Infección del tracto urinario: La UTI es significativa en los lactantes que tienen fiebre, a la probabilidad de presentar UTI varía según la edad, siendo más frecuente en los lactantes menores. Se debe de tomar una muestra de orina para ser analizada y cultivada, la recolección debe de hacerse con aspiración suprapúbica, cateterización o con recolección de chorro medio, con utilización de bolsa perineal estéril. En los lactantes menores con fiebre el tratamiento antimicrobiano debe de comenzarse empíricamente.
- Neumonía, otitis media y enteritis: En un estudio se observó que el 26% de los lactantes que tenían fiebre y leucocitosis tenían neumonía, con ausencia de síntomas respiratorios. Se recomienda que los pacientes que tengan diarrea se les haga un cultivo. Ante la mayor probabilidad de una infección bacteriana seria, se debe de evaluar y manejar de manera más agresiva, pueden ser utilizados los criterios de Rochester, para determinar el riesgo. Los patógenos que afectan a los lactantes han cambiado, el S. Pneumoniae afecta en 92%. 

Los signos y síntomas que acompañan a la fiebre son muy variados e inconstantes, pues son generalmente subjetivos y dependientes de la apreciación de cada individuo en particular. Mientras algunas personas manifiestan sensaciones claras de incomodidad como: cefalea, cansancio, dolores musculares o alteraciones visuales, otras con la misma temperatura refieren no sentir molestia alguna. 
Los signos y síntomas más comunes son los siguientes:
-Escalofríos: Sensación de frialdad, forma parte de la respuesta del SNC a la demanda de un reajuste por parte del centro termorregulador destinada a producir más calor.
- Piloerección: También llamada piel de gallina, se acompaña de castañeo de dientes y de fuertes temblores.
- Sudoración: Aparece cuando se pone en marcha los mecanismos de la pérdida de calor.
- Aumento de la frecuencia cardiaca
- Aumento de la frecuencia respiratoria
- Dolores musculares
- Rigidez de los músculos del cuello
- Cefalea
- Calor y enrojecimiento cutáneo
- Herpes labial
- Alteraciones de la conciencia
- Convulsiones



Estudio de un paciente con Sindrome Febril: No hay ninguna otra situación clínica en donde la historia clínica meticulosa sea más importante.

- Historia clínica: La edad del paciente es un dato útil, los niños menores de 6 años suelen tener una infección respiratoria o del aparato genitourinario, infecciones localizadas (abscesos, osteomielitis). Los adolescentes son más frecuente que tengan tuberculosis, enfermedad inflamatoria intestinal, procesos autoinmunitarios. Hay que prestar atención concienzuda al desarrollo cronológico de los síntomas en relación con el consumo de fármacos (incluidos los tomados sin supervisión del médico) o con otros tratamientos, como las intervenciones dentales o quirúrgicas.
En la historia debe registrarse cuidadosamente los contactos con animales y la exposición a gases tóxicos, a posibles antígenos o agentes infecciosos o a otros individuos infectados o con fiebre en la propia casa o en el colegio. Igualmente hay que anotar las zonas geográficas en las que el paciente ha vivido, los viajes realizados. 
Hay que obtener datos sobre posibles aficiones desacostumbradas, sobre gustos dietéticos (como comer pescado o carnes crudas o poco hechas, leche o quesos sin pasteurizar) y los animales domésticos de recreo. Se prestará atención al consumo de tabaco, marihuana, drogas intravenosas o alcohol; a los traumatismos, mordeduras de animales, picaduras de garrapatas u otros insectos; y las transfusiones, inmunizaciones, alergias a fármacos o hipersensibilidades anteriores.
Además, deben figurar datos sobre familiares afectados por la tuberculosis u otras enfermedades infecciosas febriles, enfermedades vasculares de la colágena, o por ciertos síntomas de rara presentación familiar, como sordera, urticaria, fiebre y poliserositis, dolores óseos o anemia. Se debe de preguntar por el tipo de fiebre que presenta el niño, la fiebre puede ser sostenida, intermitente, remitente o recidivante.

En situaciones, los problemas febriles son un escenario en que el diagnóstico se vuelve difícil, la evaluación y la exploración física determinan el camino a seguir para la toma de laboratorio. Lo primero es identificar a los lactantes no tóxicos que pudieran tener una infección viral. Luego, identificar a los pacientes que pudieran tener una infección bacteriana. 
Tenemos que identificar las situaciones especiales como:
- Apariencia tóxica: Son niños pálidos o cianóticos, letárgicos o irritables, con taquicardia y llenado capilar lento. Inmediatamente debe de comenzarse la resucitación, realizar estudios diagnósticos apropiados y obtener cultivos, comenzar con antibióticos empíricamente.
- Infección viral o bacteriana: La infección viral causa fiebre en la mayoría de los lactantes, la causa de la fiebre puede ser reconocida al momento de la exploración física (exantemas, estomatitis) En las infecciones bacterianas como neumonía, meningitis deben ser sospechada y debe de identificarse la infección específica para dar el tratamiento apropiado.
- Problemas crónicos: En estos pacientes se necesita ser más agresivos en la evaluación y en el manejo, ya que son pacientes con leucemia, con SIDA, fibrosis quística, etc.
- Terapia antimicrobiana reciente: Existen pacientes que están en tratamiento y presentan fiebre, en ocasiones el tratamiento antimicrobiano esconde cuadros graves como meningitis, haciéndolo pasar como un problema respiratorio.

- Exploración clínica: El enfermo febril debe de ser sometido con intervalos regulares a una exploración física minuciosa. Todas las constantes vitales son importantes, la temperatura deberá tomarse en la boca o en el recto, pero siempre en el mismo sitio. Las tomas realizadas en la axila son muy inseguras, como también las que se registran en la boca después del consumo reciente de bebidas calientes o frías, de fumar o de hipervetilar. En algunos casos se explorará a los pacientes en el momento de la evaluación inicial, pero la atención diagnóstica se desviara luego hacia las pruebas de laboratorio o a otras técnicas auxiliares. Hay que prestar atención especial a la exploración física diaria que debe continuar hasta que se obtiene el diagnóstico seguro y la respuesta terapéutica prevista.
Debe advertirse si el niño con fiebre tiene sudor, la ausencia de sudor cuando existen elevaciones de la temperatura sugiere una deshidratación por vómito, diarrea o una diabetes insípida central o nefrogénica. 
La conjuntivitis palpebral es un paciente febril puede ser una pista de sarampión, la infección por virus coxsackie, tuberculosis. Es muy importante examinar la piel, ganglios linfáticos, ojos, lechos ungueales, sistema cardiovascular, tórax, abdomen, sistema musculoesquelético y sistema nervioso. 
El tacto rectal no debe olvidarse nunca. Se explora con cuidado el pene, la próstata y los testículos, retrayendo del prepucio si existe, el examen ginecológico debe de formar parte de toda exploración física en la adolescente.
En los niños con síndrome febril debe pensarse en que pudiera tratarse de Infección del tracto urinario: La UTI es significativa en los lactantes que tienen fiebre, ala probabilidad de presentar UTI varía según la edad, siendo más frecuente en los lactantes menores. Se debe de tomar una muestra de orina para ser analizada y cultivada, la recolección debe de hacerse con aspiración suprapúbica, cateterización o con recolección de chorro medio, con utilización de bolsa perineal estéril. En los lactantes menores con fiebre el tratamiento antimicrobiano debe de comenzarse empíricamente. También debe tenerse en cuenta Neumonía, otitis media y enteritis: En un estudio se observó que el 26% de los lactantes que tenían fiebre y leucocitosis tenían neumonía, con ausencia de síntomas respiratorios. Se recomienda que los pacientes que tengan diarrea se les haga un cultivo 

- Pruebas de laboratorio: Existen pocos síntomas en medicina que ofrezcan tantas posibilidades diagnósticas como la fiebre. Si la historia, el contexto epidemiológico o la exploración física siguieren algo más que una simple infección viral o una faringitis estreptocócica, entonces esta indicado acudir al laboratorio. 
Las pruebas que se soliciten dependerán de la marcha de la enfermedad, del planteamiento diagnóstico y del estado de inmunidad del huésped. Si hay signos locales o si la historia, la situación epidemiológica o la exploración física permiten sospechar ciertos procesos, hay que concentrar en ellos las pruebas de laboratorio. La biometría hemática completa con fórmula leucocitaria y un análisis de orina deben ser los primeros datos de laboratorio que hay que evaluar.
a) Biometría Hemática Completa: Teniendo especial atención en la cuenta de leucocitos ya que cuando son mayor de 15 000 leucocitos /mm3 nos indica una bacteriemia oculta. Se debe de hacer el conteo de neutro filos, para identificar si existe neutrofilia (que nos orienta a un problema bacteriano) o neutropenia (en caso de una infección viral ó de fiebre tifoidea). De igual manera se debe de realizar el conteo de las bandas.
b) Examen General de Orina: Se debe de investigar la presencia de bacterias en la orina en cantidad significativa 1 colonias/ml de orina; leucocituria, eritrocituria, proteinuria. 
c) Reacciones Febriles: Títulos de antígenos "O" y "H" de 1:160 o mayores.
d) Velocidad de sedimentación globular: (VSG) Un valor de VSG mayor de 30 mm/hora es otro indicador de respuesta inflamatoria aguda con una sensibilidad de 75%
e) Proteína C reactiva: (PCR): Valores de 1:50 indica respuesta inflamatoria aguda, se encuentra generalmente elevada en casos de bacteriemia oculta con una sensibilidad variable de 65 a 75.
f) Bioquímica: Se deben de medir los niveles de electrólitos, glucosa, nitrógeno ureico y creatinina. Las pruebas funcionales hepáticas suelen estar indicadas si los intentos de descubrir las causa de la fiebre no apunta hacia otro órgano distinto.
g) Urocultivo: Es necesario tomar urocultivo en todo niño con fiebre sin causa aparente en los que se decida administrar antibióticos empíricamente, así como cuando la temperatura sea mayor de 40oC o cuando la fiebre persista por más de 48 horas.
h) Hemocultivo: El cultivo de sangre es la "prueba de oro" en la identificación de bacteriemia. El crecimiento bacteriano usualmente se observa en 24 a 48 horas de su siembra
i) Detección de antígenos bacterianos

- Radiografía de tórax: Se recomienda realizarla en todos los pacientes que presenten signos y síntomas pulmonares.

- Punción lumbar: Indicada en todo niño en quien se sospeche sepsis o meningitis, si el LCR es normal y no hay otra indicación de hospitalización se puede hacer manejo ambulatorio previa toma de cultivo.


Tratamiento de la Fiebre:
1)  Medidas Generales: 
- Reposo en cama.
- Temperatura ambiente ( 21-22ºC)
- Evitar el exceso de abrigo en la cama, cubriendo al enfermo con ropas ligeras para facilitar la pérdida de calor.
- Hidratación adecuada con agua, zumos para prevenir la deshidratación.
- Dieta blanda. Nutrición equilibrada.
- Mantenimiento de piel y mucosas húmedas y limpias.
2) Medidas Físicas: Se reservan para situaciones de fiebre muy elevadas (superior a 40ºC):
- Aplicación sobre la superficie cutánea de compresas, toallas empapadas de agua tibia (18-22ºC).
- Baños con agua tibia o templada.
- No utilizar baños de agua fría y fricciones con alcohol o colonia ya que producen una vasoconstricción impidiendo la pérdida de calor.
3) Medidas Farmacológicas: Su objetivo es la inhibición de la enzima ciclooxigenasa causante de la producción de la prostaglandinas (PGE2) que modifican el centro termorregulador elevando su funcionamiento con el consiguiente aumento de la temperatura corporal. Al mismo tiempo estos fármacos antitérmicos producen una mejoría general en el enfermo ya que poseen acciones antiinflamatorias y analgésicas. 
Para su elección se eligira el que consiga la máxima eficacia con la mínima toxicidad:
- Ácido acetilsalicílico: Inhibe la síntesis de prostaglandinas. Además de la acción antipirética posee acciones analgésicas y antiinflamatorias. Disminuye la temperatura al cabo de 30-60 minutos de su administración oral, alcanzando a las 3 horas su máxima eficacia. Se recomienda evitar su administración en niños febriles con enfermedad viral ( gripe, varicela) dado el riesgo de síndrome Reye (cuadro agudo hepático y cerebral muy grave). La dosis en adultos es de 500-1.000mg/4-6 horas. En niños 10mg/Kg/4 horas.
- Paracetamol: Inhibe la síntesis de prostaglandina a nivel cerebral, no siendo eficaz a nivel periférico (plaquetas, mucosa gástrica, pulmón) su efecto se inicia a los 30-60 minutos y a las 3 horas alcanza su efecto máximo. A su acción antipirética se une la analgésica. Sin embargo, su acción antinflamatoria es casi nula: posee menos efectos adversos que el ácido acetilsalicílico. Es eficaz para el tratamiento de la mayor parte de los casos de fiebre. Cuando se sospecha enfermedad viral es el fármaco de elección. No afecta a la coagulación, siendo menor la irritabilidad gástrica. La dosis en adultos es de 325-650mg/4-6 horas, hasta una dosis máxima de 3g, y debe reducirse en enfermos con alcoholismo crónico o hepatopatía. En niños 10mg/Kg/6h.
- Otros AINES: Entre ellos destacamos el ibuprofeno. Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la síntesis de prostaglandinas. Produce un descenso más pronunciado de la temperatura y mantiene el efecto antitérmico más tiempo (6-8 horas) tiene acción antipirética, analgésica y antiinflamatoria. Se recomienda su empleo en niños. Se puede asociar al aminoácido L-arginina disminuyendo el riego gastroerosivo. La dosis en adultos es de 400-600mg/6-8 horas. En niños 5-10mg/kg/6-8 horas.
En general, todos los fármacos antitérmicos pueden ocasionar efectos adversos siendo el más común la brusca disminución de la temperatura corporal con producción de escalofríos, severa sudoración con hipotensión. Estos inconvenientes se pueden prevenir con la administración fija y regular de los fármacos antitérmicos y con la adecuada ingestión de líquidos.

Consejos: Cuándo contactar a un profesional médico

Llame al médico en seguida si su hijo:
- Tiene menos de 3 meses de edad y tiene una temperatura rectal de 100.4° F (38° C) o superior.
- Tiene de 3 a 12 meses de edad y una fiebre de 102.2° F (39° C) o superior.
- Tiene menos de 2 años y tiene una fiebre que dura más de 24 a 48 horas.
- Es mayor y tiene una fiebre durante más de 48 a 72 horas.
- Tiene una fiebre por encima de 105° F (40.5° C), a menos que baje rápidamente con tratamiento y la persona esté cómoda.
- Tiene otros síntomas que sugieren una enfermedad que posiblemente necesite tratamiento, como dolor de garganta, de oídos o tos.
- Ha estado teniendo fiebres de manera intermitente hasta por una semana o más, aun cuando no sean muy altas.
- Tiene una enfermedad seria, como un problema cardíaco, anemia drepanocítica, diabetes o fibrosis quística.
- Recientemente le aplicaron una vacuna.
- Tiene un nuevo salpullido o aparecen hematomas.
- Tiene dolor con la micción.
- Tiene problema con el sistema inmunitario (terapia crónica con esteroides, después de un trasplante de médula ósea o de órganos, previamente le extirparon el bazo, es VIH positivo o le estuvieron tratando un cáncer).
- Ha viajado recientemente a un país del tercer mundo.

Llame al número local de emergencias (911) si usted o su hijo tienen fiebre y:
- Está llorando y no puede tranquilizarse (niños).
- No se puede despertar fácilmente o directamente no despierta.
- Parece confundido.
- No puede caminar.
- Tiene dificultad para respirar, incluso después de que la nariz está despejada.
- Tiene labios, lengua o uñas azules.
- Tiene un dolor de cabeza muy fuerte.
- Tiene rigidez de nuca.
- Se niega a mover un brazo o pierna (niños).
- Tiene una convulsión.

Llame al médico de inmediato si usted es un adulto y:
- Tiene una fiebre por encima de 105° F (40.5° C), a menos que baje rápidamente con tratamiento y esté cómodo.
- Tiene una fiebre que se mantiene o continúa por encima de 103° F (39.4° C).
- Tiene una fiebre por más de 48 a 72 horas.
 - Ha tenido fiebres intermitentes hasta por una semana o más, aun cuando no sean muy altas.
- Tiene una enfermedad seria, como un problema cardíaco, anemia drepanocítica, diabetes, fibrosis quística, EPOC u otros problemas pulmonares crónicos.
- Tiene un nuevo salpullido o aparecen hematomas.
- Tiene dolor con la micción.
- Tiene problema con su sistema inmunitario (terapia crónica con esteroides, después de un trasplante de médula ósea o de órganos, previamente le extirparon el bazo, es VIH positivo o le estaban tratando un cáncer).
- Ha viajado recientemente a un país del tercer mundo.

Lo que se puede esperar en el consultorio médico:
- El médico llevará a cabo un examen físico que puede incluir una evaluación detallada de la piel, los ojos, los oídos, la nariz, la garganta, el cuello, el pecho y el abdomen para buscar la causa de la fiebre.
- El tratamiento depende de la duración y la causa de la fiebre, al igual que de otros síntomas.
- Se pueden realizar los siguientes exámenes:
a) Estudios sanguíneos como un conteo sanguíneo completo o fórmula leucocitaria
b) Análisis de orina
c) Radiografía del tórax

Fuentes: 
- http://www.salud180.com/salud-z/sindrome-febril
- http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/manualped/sfebril.html
- http://tratado.uninet.edu/c080604.html

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