PREÁMBULO
Los ministros de salud, ambiente y desarrollo de los países de la región de las américas, reunidos por primera vez en Washington, D.C., Estados Unidos de América.
Guiados por el compromiso colectivo de nuestros gobiernos y sociedades de poner en práctica la Declaración de Principios y el Programa 21 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río de Janeiro, 1992) y los mandatos emanados de las cumbres iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno, las reuniones subregionales de Jefes de Gobierno y la Cumbre de las Américas (Miami, 1994);
Afirmando que los seres humanos constituyen el centro de interés del desarrollo sostenible y tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza, y que la salud necesita una base económica y ambiental adecuada;
Convencidos de que los propósitos del desarrollo socioeconómico, la protección del medio ambiente y las poblaciones sanas son interdependientes y deben buscarse en formas que se refuercen mutuamente y que traten al medio ambiente natural como un recurso básico;
Conscientes de los daños que el ser humano causa continuamente a los recursos sociales y naturales, especialmente el aire y el agua, como consecuencia de prácticas económicas no sostenibles, el aumento de la concentración urbana, el uso incorrecto de la tecnología y conocimientos de conducta sociales inadecuados.
Considerando que -dado que la tecnología, la información, las finanzas y el comercio están globalizándose- nuestros pueblos son cada vez más interdependientes. Ello plantea la necesidad de colaborar para evitar y corregir dichos da¤os y promover un mayor bienestar humano y natural;
Adoptan esta carta y la recomiendan como pauta para la acción futura en y entre los países de las américas
PRINCIPIOS DE POLÍTICA Y ESTRATEGIA
1. La protección y promoción de la salud de todas las personas, en un ambiente que propicie su bienestar, debe ser el principal criterio que oriente las decisiones en la planificación y la gestión del desarrollo socioeconómico.
2. Prevenir los problemas de salud y el deterioro del ambiente generalmente es más humano y más eficaz en función del costo que corregir y tratar los daños ya infligidos. Para poner en práctica este concepto es necesario incluirlo en los programas de todos los sectores y organizaciones cuyas actividades podrían impulsar u obstaculizar dicha prevención.
3. El desarrollo económico sostenible requiere de familias saludables, una fuerza laboral capaz así como una ciudadanía informada y responsable, productos de un desarrollo social sólido y equitativo. El crecimiento económico es necesario pero por sí sólo insuficiente para la salud comunitaria y una buena calidad de vida.
4. La participación de los individuos y las comunidades en mantener y mejorar sus ambientes de vida debe promoverse y apoyarse. La participación comunitaria debe plasmarse en estrategias para el desarrollo sostenible, incluyendo la atención primaria del ambiente, la atención primaria de salud y la educación de los niños y los adultos. En cada nivel de la organización social y política se debe estimular y apoyar redes de intereses y personas que actúen en colaboración, a fin de fomentar la integración de preocupaciones y recursos sectoriales en procesos de desarrollo.
5. La protección de los seres humanos contra los peligros para la salud que encuentran en el medio natural y en el producido por el hombre, exige no sólo medidas iniciales y salvaguardias específicas, sino también la vigilancia continua y la capacidad para actuar contra los peligros agudos y crónicos.
6. Las inversiones en desarrollo, públicas y privadas, deben incluir el apoyo al desarrollo de los recursos humanos, tecnológicos e informativos que se necesitan para manejar los factores ambientales determinantes de la salud humana, a corto y largo plazo.
7. Bajo los poderes de los gobiernos, aquellos que proponen cambios con impacto en el ambiente deben responder por tales efectos, y quienes contaminen deberían pagar los costos de las medidas correctivas.
PRIORIDADES COMUNES
A pesar de las diferencias en sus necesidades y recursos, nuestros países comparten algunas prioridades. Ciertos problemas de salud prevalentes y derivados del ambiente persisten aún en muchos países; todos son vulnerables a las repercusiones locales de las tendencias económicas, tecnológicas y demográficas, así como a las producidas por el cambio global del clima y en la reducción de la capa de ozono; y todos los países necesitan más y mejores recursos para lograr un desarrollo sostenible. Por lo tanto, nuestras prioridades comunes son:
1. Actualización y fortalecimiento de estrategias nacionales y locales para poner en práctica los compromisos asumidos en las Naciones Unidas y en otros foros internacionales, con respecto al medio ambiente, la salud y el desarrollo.
2. Establecimiento o mejoramiento de mecanismos trans-sectoriales de vigilancia y seguimiento para detectar y analizar los peligros que existen o que podrían existir para los seres humanos y el medio ambiente.
3. Iniciación de acciones y medidas prontas y efectivas para controlar las condiciones ambientales que tienen efectos adversos en la salud de muchas comunidades, y en particular la provisión de suministros adecuados de agua segura y de sistemas efectivos de saneamiento, domésticos y municipales, para un gran número de habitantes rurales y urbanos actualmente privados de tales necesidades básicas.
4. Ampliación y difusión de conocimientos científicos y técnicos estableciendo los vínculos y las redes necesarios para investigación y comunicación y eliminando gradualmente las barreras a la "transferencia de tecnologías" dentro y entre los países.
5. Desarrollo de marcos conceptuales y modelos de acción, sistemas de información y recursos humanos capaces de abordar los problemas del desarrollo en forma sistémica, interdisciplinaria e intersectorial y en todos los niveles de la organización social.
6. Definición y puesta en práctica de mecanismos para promover la participación y la acción y control local de base en los procesos de desarrollo socioeconómico.
7. Redefinición de necesidades de cooperación y apoyo en el campo del desarrollo, a la luz de las prioridades locales y nacionales, en sus estrategias de desarrollo sostenible.
RESPONSABILIDADES COMPARTIDAS
En la Declaración de Principios de Río se señala que todos los pueblos tienen derecho a una vida sana y productiva en armonía con la naturaleza. A fin de que ese derecho se convierta en realidad, es necesario que las personas y las instituciones actúen en forma responsable, a fin de contribuir a la consecución del desarrollo sostenible.
Todas las personas y familias, son, en la promoción y protección de su salud, responsables de limitar el uso y demanda de su patrimonio ambiental común, en cooperación con sus vecinos y otros intereses comunitarios.
Las comunidades locales, sean jurisdicciones gubernamentales o grupos sociales informales, tienen la responsabilidad de definir los intereses que tienen en común y permitir que las familias realicen sus pequeñas contribuciones - que en conjunto son enormes - a la sostenibilidad comunitaria y planetaria.
Las organizaciones no gubernamentales y los grupos voluntarios de base, son responsables de ayudar a definir y alcanzar la satisfacción de las necesidades sociales de un desarrollo sostenible.
Las empresas y las organizaciones de trabajadores, respectivamente, especialmente en la agricultura, la industria, la energía y los servicios, son responsables de reducir al mínimo el agotamiento de los recursos y la contaminación ambiental, de tomar las medidas correctivas necesarias y de garantizar la seguridad y la salud en el lugar del trabajo.
Las instituciones sociales, incluyendo escuelas, seguridad pública y otras organizaciones de servicio, son responsables de tomar en cuenta los factores ambientales en sus actividades y promover adec comportamientos ambientales.
Las organizaciones de salud y ambiente son responsables de la identificación y evaluación de los riesgos ambientales para la salud, de la vigilancia epidemiológica, y de asesorar a los formuladores de decisiones políticas en las organizaciones gubernamentales y privadas.
Los medios de comunicación y educativos deben fomentar las actividades positivas y los comportamientos públicos para la salud y el desarrollo humano sostenible.
Las comunidades académicas, de investigación e intelectuales deben responder a las necesidades de la sociedad sobre conocimientos y desarrollo de pericias en consonancia con las tendencias ambientales y sociales.
Las legislaturas y ejecutivos elegidos, en todos los niveles políticos, son responsables del establecimiento de los marcos políticos y leyes que permitan que los organismos gubernamentales y privados lleven a cabo sus respectivas responsabilidades colaborativas y de la vigilancia de la ejecución de las políticas del país para la salud y el ambiente en el desarrollo humano sostenible. Cabe a los organismos gubernamentales ejecutar las acciones intersectoriales y cooperativas orientadas al desarrollo sostenible, prestando mayor atención a la participación de la ciudadanía.
Los organismos internacionales -multilaterales, bilaterales y voluntarios- están obligados a fortalecer y coordinar mejor su apoyo a los beneficios humanos del desarrollo sostenible.
FRENTE A LAS CONDICIONES Y TENDENCIAS QUE AMENAZAN EXTENDER LA MISERIA HUMANA Y LA INEQUIDAD, EL TOMAR ACCIONES URGENTES Y CONTINUAS PARA PROMOVER LA SALUD Y PROTEGER EL AMBIENTE A TRAVÉS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE ES NUESTRA RESPONSABILIDAD: DE CADA UNO DE NOSOTROS - DE TODOS NOSOTROS
No hay comentarios:
Publicar un comentario